domingo, 23 de octubre de 2011

You're a star now, I am fixing people's nails/ I'm knitting jumpers, I'm working after hours

Ayer por la mañana estuve en Black Oveja (una tienda muy bonita que han abierto en la calle Sagasta, con un montón de lanas, telas y cositas preciosas) donde Ana de Diarte nos enseñó a hacer punto. Me lo pasé muy bien y aprendí cosas nuevas que no sabía y Mercedes (la dueña de la tienda) nos preparó té y magdalenas en preciosas tazas de metal japonesas (bueno, no sé si eran japonesas, las que yo tengo si, a estas me refiero <3) 

Ana  nos explicó todo paso por paso, y nos iba ayudando cuando nos quedábamos atascados, aunque creo que debería decir atascadas porque éramos mayoría chicas. Fuimos haciendo muestras de varios puntos diferentes, y aunque algunos me salieron un poco churros en el momento, en casa, como soy un poco cabezota me acabaron saliendo.




Ups!

 
  Churro irreconocible 
 Churro irreconocible improved! o sea: punto garbanzo!



Allí las chicas hablaban de que el punto les relajaba. A mi, lejos de relajarme aun (supongo que hay que alcanzar un nivel muy yogi y nivel superabuela con las agujas para eso :D) me cansa la vista, pero si por una razón quiero aprender es por hacer perdurar la sabiduría en el tiempo. Quiero decir, las fundas de mis zapatillas de ballet y mis castañuelas son todas hechas por mi abuela, mis calcetines de andar por casa también (son de andar por casa, porque son tan gordos que no me caben con zapatos), el cordón de mis tijeras de coser también, algunos chalecos, etc, y son cosas que miro y pienso que además de ser bonitas son únicas y quizá, en un futuro lejano, me apetezca poder hacer lo mismo con mis pequeños descendientes. He dicho lejano? SI, lo he mencionado, solo quería asegurarme. En parte esa fue la misma razón que me hizo querer aprender a utilizar la máquina de coser de mi madre, porque ella siempre nos hacía disfraces super guays, y me horrorizaba la idea de tener que disfrazar a mi prole (en el futuro lejano) de enfermeras putillas o de vampiras putilla.
Bueno, por todo eso, y porque en caso de apocalipsis o apocalipsis zombie los teleco lo tenemos jodido.



viernes, 21 de octubre de 2011

It rains a lot this time of year









 

Ayer revelé el primer carrete de mi Zenit. Pensaba que no iban a salir ni la mitad porque nunca había usado una reflex manual y no tenía claro si el fotómetro funcionaría muy bien, pero algo salió! hoooray! A pesar de que mi escaner estaba lleno de polvo y además los negativos me los dieron muy sucios, con marcas de dedos por todas partes, como si el que los hubiese revelado lo hubiese hecho mientras ¿MOJABA UNOS CHURROS en chocolate? Además me los dieron sin recortar, y al recortarlos con las prisas por querer verlas cuanto antes me cargué unas cuantas cortándolas por donde no era. (No llevéis vuestras fotos a la Fnac de Callaó por un tiempo, que tienen a un tío aprendiendo que come cordero asado mientras trabaja)

martes, 18 de octubre de 2011

mourir auprés de toi

Spike Jonze ha hecho en colaboración con http://www.olympialetan.com este maravilloso corto. Todo comenzó cuando Spike Lonze le pidió un bordado de la portada del Guardián entre el centeno para su pared, y Le-Tan le respondió que estupendo, pero la moneda de cambio era un corto: esta MARAVIGLIA. 


Spike Jonze: Mourir Auprès de Toi on Nowness.com.
Si no se puede ver, lo podéis ver en la página de Nowless.

Pasaros por Olympia Le-Tan, porque hace cosas preciosas, cajitas y maletitas bordadas con las portadas de sus libros favoritos, a un precio prohibitivo para mi gusto, pero son una pasada.




domingo, 16 de octubre de 2011

oishii desu ne














Por fin anoche conseguimos mesa en el 尚実 con Reyeru. Llevábamos intentando ir mucho tiempo pero era imposible reservar.  Fue uno de los primeros japoneses que abrieron en madrid: el 7 de septiembre cumplieron 37 años. Es muy pequeñito y acogedor y te dan ganas de llevar chanclas con calcetines fingiendo que son tabi. Quizá no tengan mucha variedad de sushi pero está todo muy fresco y rico (aunque los palillos son muy malos) y tienen tatami y un helado de sésamo que es azul n_n

jueves, 13 de octubre de 2011

mncn

El domingo pasado estuve en el museo de ciencias naturales. Tenía muchas ganas de ir desde mucho antes del verano pero siempre lo iba posponiendo. Así que el domingo finalmente allí me planté. Tenía muchas ganas de ir sobretodo para ver el elefante. El elefante fue cazado en una expedición a áfrica en 1913 por en su momento el duque de alba (el mismo padre de la octogenaria que hace unos días ocupaba todas las portadas bailando sevillanas de una forma un poco...rígida), le arrancó los colmillos y se dijo ¿pero qué hago yo ahora con todo este bicho muerto? y todo el pellejo sobrante  lo donó al Museo de Ciencias Naturales, y ahí quedo la cosa. Pero en 1923 un señor llamado Luis Benedicto que estudiaba modernas técnicas de taxidermia provenientes de alemania, descubrió el fardo con todo el pellejo y dijo ¡uy, esta es la mía, aquí voy a hacer yo mi gran obra magna! así que desenfundó los 600 kg de pellejo del elefante y se puso manos a la obra. 

Por lo visto, Benedicto junto con otros hombres de cara antigua de la época decidieron que lo mejor era trasladarlo al jardín botánico, y allí construyeron una piscina en la que curtieron la piel del elefante, porque después de 10 años se había quedado un poco acartonada. 
El caso es que Benedicto, a la hora de ponerse a montar al elefante al más puro estilo ikea, o sea, instrucciones las justas, y al no haber visto un elefante en su vida, no tenía ni idea de por dónde empezar, así que le pidió a un amigo suyo unos dibujines y fue coleccionando recortes de periódico donde algo venía (qué vida esa, sin wikipedia, ahhh). 


El tío muy motivado construyó un armazón de 3.450 Kg utilizando madera, malla  metálica, escayola , un trozo de cráneo del elefante y ojos de cristal. Finalmente recubriría todo con la piel ya curtida y encolada que fue ajustando cuidadosamente, sujetándola con 77.000 alfileres hasta que la cola secase. Por fin, en  abril de 1928, la figura quedó lista para que la piel se colocase. Después solo haría falta que las colas y resinas endureciesen, dar algunos retoques  finales y ya sería posible  su traslado al Museo  para su exposición. En la primavera de 1932 el elefante africano hacía su último viaje por el Paseo de Recoletos y por la Castellana con destino a los Altos del Hipódromo ante la atónita mirada de los transeuntes, esta vez ya como el elefante que había sido.  El coste total de la naturalización fue de 9.834 pesetas.



A mi me fascina imaginarme a los madrileños de la época flipando al ver pasar un elefante por la Castellana en 1930. Pero lo que no sabéis y lo más gracioso es que Benedictus al no haber visto un elefante en su vida, a parte de hacerlo pelín grande (bueno, esto es mi opinión personal, y tened en cuenta que yo elefantes tampoco es que haya visto muchos, pero más que él si) no sabía muy bien como hacerle el pito, y dijo ¡bueno, en peores nos hemos visto! así que cogió un caballo de muestra y así lo hizo. El pobre elefante, porque estaba ya disecado, pero sino me lo imagino ruborizado después de haberse pasado toda su vida con sus genitales internos y ahora descubrirse con toda la parafernalia al aire. 

El caso es que tanta expectación con el elefantito nada más llegar nos lo encontramos a mano izquierda! Lo vimos incluso antes de pagar la entrada! a mi eso me pareció un bluf total, quiero decir, dónde está la emoción de recorrer pasillos para encontrarlo? Pero el bluf más gordo de todos fue encontrarlo empotrado en la tienda del museo (que también es un bluf bastante gordo para ser un museo de ciencias naturales, por cierto) donde el pobre elefante perdía toda la solemnidad entre peluches de monos muy poco realistas. Yo creo que este elefante se merece un emplazamiento mejor, que queréis que os diga. 


Pero no todas las obras de Luis Benedicto han sido ninguneadas como el elefante, muchas otras están en bonitas vitrinas en las que se reproducen sus ecosistemas. Las aves son obra de su hermano Jose María.