La guindalera es
un barrio de Madrid al lado de Las Ventas más o menos. Y allá por 1890
se construyó una colonia de casas unipersonales preciosas. A esa
colonia se le llamó el Madrid Moderno. Me obsesioné tanto con esas casas que
hasta llegué a soñar repetidas veces que un tío -al que yo no conocía- había
fallecido y me había dejado a mi, su desconocida sobrina preferida, una
preciosa casita en herencia en el Madrid Moderno de La Guindalera. En mi sueño
veía perfectamente el suelo con tablones de madera, ni parquet, ni tarima,
tablones de madera de verdad, y también veía como aparecía sentada en el suelo
rodeada de cajas mirando por los ventanales de esa especie
de hórreos que tienen. La luz se proyectaba con forma de flores a
través de los típicos visillos de casa abuelística. Llamaba a J. y le decía
que no tendría que pagar alquiler nunca más y que además las gatas iban a tener
un minijardín. Era la casa perfecta.
Quizá no estáis
entendiendo la fascinación, hasta que os enseñe estas fotos:
Concepción Rodenas Angulo. 1910. Calle Londres. Madrid Moderno.
Madrid Moderno.
1900
(Lo siento, no he
podido evitar los chistes fáciles con las fotos.)
Después de meses soñando con esto, en unas ocasiones literalmente
y en otras literariamente hablando, hoy me he acercado al barrio para verlas
con mis propios ojos. Y mi fascinación no ha hecho otra cosa sino aumentar. A
día de hoy solo quedan unas pocas, ya que debido a la especulación inmobiliaria
en vez de preservar estas pequeñas casas han preferido construir apartamentos
con gotelé. Así que antes de que cualquier banco decida demoler las pocas que
quedan, he decidido que desde hoy mi único objetivo en la vida será comprarme
una casa ahí. U ocuparla. Y debo darme prisa. Por lo visto, una amiga de J. que
vive en Rotterdam le contó que allí existía una ley por la que si encuentras
una casa deshabitada y le cambias la cerradura, la casa es tuya (supongo que
con algunos matices). Ojalá esto fuese Rotterdam, he pensado. Ante la lejanía
de un sueldo que me permita adquirir una de estas inmediatamente, he pensado en
ocupar una muy cuca, con su pequeño jardín y su hórreo/mirador. J. ha dicho que
deberé leerme La buena terrorista y yo ya he buscado El manual del okupa.
Como no he hecho fotos porque había muy poca luz os voy a dar un
paseo por google maps.
Y aquí la parte triste y fea.
De no haberse limitado a cuatro calles aquella barriada, sino haberse extendido grandemente, el vecindario madrileño habría ido conociendo las ventajas de la casa independiente sobre el antipático sistema de las fincas alquiladas por pisos. Pedro de Répide, 1925.
9 comentarios:
qué bonitas todas!
te veo, te veo procrastinando tras uno de esos ventanales
ala! yo dejé un comentario aquí esta mañana y no está!
decía algo así como "diooos, me parto con las fotos "modernas" :D "
pues sí que tienen su encanto, sí...
todo tan victoriano...me encanta (L) you know
Yo también quiero una de esas casinas! Jo, que chulo...
wow! son geniales!
ya...la verdad es que es flipante que justo detrás de las ventas te encuentres con esto en medio de Madrid
¿sabes si en la ciudad lineal queda algo de alguna de las viviendas o equipamientos?!
ni idea! :S
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