Then we'll be beachcombin' royalty on wicky-wicky wacky Waikiki

Cuando estuve en Asturias, olvidé guardar una cazadora en la maleta antes de ir. Bueno, no la olvidé, pero de repente mi cerebro hizo ese tipo de cosa rara que hacen los cerebros de vez en cuando, en la que la parte racional del cerebro se bloquea temporalmente, y la parte "a la buena" trabaja libremente. Bueno, a ver, que me lío, que no cogí la maldita cazadora. Llegué y rayos y centellas. Así que fui a parqueprin en busca de una cazadora vaquera, la cosa no fue nada fácil, de hecho fue imposible, y sobretodo después de haber visto ese puto reportaje en el que me enteré de que el sandblasting mata a personas. Ya a la desesperada, entré en una tienda muy CHONI, de estas con vaqueros con mensajes sexitas bordados en el pompis, y claro, ni rastro de una cazadora decente, así que ya resignada me dirigía hacía la puerta soltando cagamentos cuando en un rinconcillo allí la vi...a mi nueva CAMISA DE PIÑAS! Total, que todo esto es para contaros que se ha convertido en mi camisa favorita del verano y no me la quiero quitar nunca.