viernes, 18 de junio de 2010

hamacs pour enfants

Estoy en casa de J. esperando a que venga para comer, porque me he quedado aquí estudiando. Hace una mañana muy agradable, no se oye nada de ruido en la calle, solo pajaritos que cantan, hace fresco y a la vez sol. Todavía seguimos esperando a que llegue el verano, pero a mi me viene muy bien que siga así un par de semanas más, al menos mientras duren mis exámenes. Me estoy comiendo todas las bolitas rellenas de queso de cabra de J. y escuchando spotify y tengo una sensación de verano MUY GUAY. De hecho pensar en el verano es lo único que me anima para seguir estudiando hasta las narices. Tengo una buena noticia, creo, y es que puede que el año que viene tenga mi primer trabajo chispas como becaria, pero no quiero decir más para no chafarlo, porque un señor que seguramente lleve bigote tiene que aprobarlo. También me he comido los bombones Godiva de J., los rellenos de toffee de fresa están buenísimos, un manjar, mientras le he echado un vistazo a la Guía Polla porque ha aparecido en fb. Mapache se ha pasado un montón de horas metida en una caja minúscula, pondría la foto, pero no tengo el cable del móvil, estaba muy graciosa. He escuchado un montón de veces esta mañana T.V. girl de Beat Happening, y me ha apetecido mucho estar en la playa, aunque no tenga ninguna relación. Tengo muchas ganas de pasar muchos días en la playa, y de que se me queme el pelo. Me encanta el pelo destrozado al final del verano, y esa cara como de salvaje llena de pecas, hasta que te pelas y... desaparecen. Creo que le voy a pedir a J. que me acompañe a mirar un bikini esta tarde, un bikini que no sé si podré estrenar porque el cuerpo se me ha llenado de ronchas y mi médico (un imbécil de mucho cuidado) me dijo que se iría solo pero no se ha ido ninguna, y desnuda estoy horrible y parece que tengo la varicela. Además no las puede dar el sol. Pero espero que se vayan quitando, tienen dos semanas para ello.
En cuanto termine tengo muchas ganas de terminar de leer el libro que no me acuerdo de como se llama, la historia de las pijas con caballos, más que nada, por terminarlo de una maldita vez. Leerme el de los conejos, y el del tío con síndrome de tourette que también dejé a medias. Odio tener libros a medias. También me apetece leer mucho sobre domótica y arquitectura sostenible y ver como puede estar relacionado con mi campo. Porque al final la gente que hace cosas guays es la que va de flipada, y sino te flipas y siempre crees que nada es posible, así será. Y bueno, al menos mientras te dure la flipadez puedes pensar que igual existe algo en lo que te gustará trabajar y que lanzarás rayos laser por los ojos.

Dos semanas, dos semanas, dos semanas, dossemanas, dossemanas,dossemanas. Arg.



3 comentarios:

X dijo...

Me quedo con el final: la gente que hace cosas guays es la que va de flipada. Toda la razón. :-)

Sonix dijo...

Qué texto te has currado para esta entrada, genial!!
Y ánimo para los estudios, ya queda nada.
Un beso!

ardilla dijo...

muchas gracias, Sonix! Ay, qué abandonado he tenido esto :(