Qué bonito es el mundo piramidal

Hoy ha sido mi primera jornada laboral de 8 horitas. No sé como me ha ido porque esto lo estoy escribiendo el domingo por la noche. La razón de esta parida es que quiero que sea un post con fotos, y prefiero esperar a mañana que haya luz natural :D. Supongo que habré muerto a la hora de la siesta, y habré tenido problemas para volver con el transporte, porque a la hora de volver de la gente mundana y no de los felices becarios hay más tráfico y tal.
[Edito: ha sido un puto horror. La vida adulta sucks pero por todos los lados. Total, he salido tarde y luego he tenido que ir al fisio, así que he sido demasiado optimista para pensar que llegaría a mi casa con luz del día. MÁTAME CAMIÓN]

El viernes firmé el contrato, y tuve que ir al infierno a hacerlo, me informaron de algunas cosas, tuve que hacer un estúpido curso de riesgos laborales con preguntas para borderlines y me fui a comer con J. una pizza para celebrarlo. Luego me enseñó su nueva oficina con parking para bicis y le dije que cuando cobrase mi primer sueldo le compraría un montón de tiras reflectantes para que le viesen bien en la carretera al ir en bici.

El sábado estuve todo el día con D. que es una personita de dos años taaaaaaaaan listo y taaaaaaaan rico. Le regalé un libro de nino-ninos, que es como él llama a las sirenas, me hizo cosquillas, hicimos una torre de lego y me enseñó todas las palabras en inglés que se sabe ya.

Por la noche pedimos sushi, y vimos una película española que se llama Blog, que es bastante mala y además va de lo mismo que una teleserie muy cutre que echaron hace poco en la tele, pero las cosas de adolescentes siempre entretienen mucho.

El domingo por la mañana, J. bajó a comprar chocolate con porras y churros. Resulta que J. lleva como tres años en esta casa, y justo nos enteramos el sábado de que hay una churrería a 20 metros. La encontramos buscando un super para comprar chocolate negro para hacer un brownie casero para llevar al trabajo y celebrar el nuevo contrato. Me ha salido delicioso, pero poquísimo presentable, así que he decidido que nos lo comemos porque me daba vergüenza llevarlo así al trabajo. También vimos a unos vecinos guiris muy exóticos que van a hacer la compra con una carretilla enorme en la que llevan las bolsas y al crío. Mi prima que es muy cosmopolita y vive en Nueva York dice que esto allí se lleva mucho. Fíjate, Tetuán de las Victorias es el nuevo Williamsburg :D

Luego fui al Nómada Market, nunca había ido, y me gustó mucho, aunque estaba llenísimo de gente y era un poco agobiante...pero descubrí algunas cosas muy chulas. Fui porque me tocó una plaza para un workshop con Ana para hacer unos mitones. Fue muy guay, hice uno, y aprendí a hacer ochos. Me queda hacer el otro.

Pero con calma, porque también estoy tejiendo un cuello gigante (por accidente) para el invierno.

Aproveché y compré este precioso vestido en su tienda <3

Y luego dimos una vuelta y J. y yo nos compramos un Scarving Kit! es muy guay, y los chicos del puesto eran bien majos y nos dijeron tiendas donde comprar más tinta y que si teníamos alguna duda podíamos escribirlos.

Ah! también compré una tela super guay para una funda para el portatil! 

En fin, ahora tendré que reorganizar mis horarios, y ver cuanto tiempo libre me queda para la vida ociosa [EDITO: se ve que NADA u_u]y organizar mi alimentación tupperiana, porque hoy me he enterado que en el mundo oficinista es de coña llevar primer y segundo plato, o por lo menos J. se ha tronchado cuando me he preguntado como comer filetes en un tupper. En realidad echaré de menos la vida de becaria, aunque se me olvidará en cuanto cobre la primera nómina, muahahahaha.