El otro día iba en el metro y me entró la risa al recordar a A. saltando en la cama como una loca y cayéndose a un montón de cojines que había en el suelo. Midiendo por mi reacción como tenía que ser la suya, primero con cara de susto y luego meándose de risa al ver que yo me reía.
Esto es un regalo, poder reírte a las 7:50 en el metro petado de gente por un recuerdo tan dulce. Eso y ser casa para ella.
Me ha venido a la cabeza que a Jacques Henri Lartigue le gustaba mucho fotografiar a gente saltando, pero no he encontrado ninguna de saltos en la cama. Así que dejo esta que es bastante adorable.
miércoles, 26 de febrero de 2020
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