miércoles, 26 de febrero de 2020

A.

El otro día iba en el metro y me entró la risa al recordar a A. saltando en la cama como una loca y cayéndose a un montón de cojines que había en el suelo. Midiendo por mi reacción como tenía que ser la suya, primero con cara de susto y luego meándose de risa al ver que yo me reía.
Esto es un regalo, poder reírte a las 7:50 en el metro petado de gente por un recuerdo tan dulce. Eso y ser casa para ella.


Me ha venido a la cabeza que a Jacques Henri Lartigue le gustaba mucho fotografiar a gente saltando, pero no he encontrado ninguna de saltos en la cama. Así que dejo esta que es bastante adorable.

2 comentarios:

X dijo...

Hey! Qué (ni siquiera sé qué adjetivo poner) eso de volver a postear "de venazo" tres años y pico más tarde. Pero no soy el más indicado para hablar, yo que desaparecí sin más allá por 2013. El caso es que estaba esta noche de ataque nostálgico, he entrado a tu blog y me encuentro esto,e intuyo que hasta has sido madre de una niña cuyo nombre empieza por A, tú que siempre me pareciste tan... no sé, tan jovial, tan dicharachera, alocada tal vez (y ahora estarás pensando, "pero si ni sé quién eres, tío"), en fin que nos hacemos mayores.

No me acostumbro a "llamarte" Ardilla, para mí siempre serás Shhhhhh*. :-)

*He puesto seis haches pero no recuerdo cuántas eran.

ardilla dijo...

jaja si que me acuerdo! todas tus intuiciones son ciertas! la maternidad puede ser compatible con la jovialidad y el dicharache..con la locurita, algo menos la verdad!!! :D