hola culo

Ayer, antes de irme para la universidad mi madre me dijo que me veía el culo más gordito, o no sé si dijo que me veía más ancha, la muy zorra (con amor). Cuando iba llegando a mi laboratorio, me encontré con V y J. Y J, me dijo "uyyy, qué culito te hacen esos pantalones...". Cuando salí del laboratorio y estaba esperando el tren, un grupo de kinkis me gritaron "seeeeeeeeeeh culazo nenaaah".
Vale, tres referencias a mi culo, y una de ellas con el superlativo -azo me parecen suficiente para un solo día. Entonces empecé a pensar en la posibilidad de ser lo contrario a las anoréxicas, que yo me veo normal, pero tengo un culo zambombero que me hace contrapeso. Bueno no sé, el caso es que desde ayer soy mucho más consciente de que tengo un culo. Sabéis? ahora mismo estoy sentada y estoy notando mi culo debajo de mi, pero antes lo ignoraba al pobrecito. Mi culo no existía. Y ahora gracias a una madre sin tacto, un amigo con ganas de halagos, y un grupo de bakalas, ahí está, de repente mi culo ha aparecido en mi vida.
Me he planteado la posibilidad de salir a correr, ya no por esta nueva parte de mi anatomía, sino porque hace que no hago deporte desde el 98 más o menos, pero es que correr me aburre soberanamente. Me parece la actividad más aburrida del mundo. Y además me da vergüenza (no sé si esto es una estupidez, pero me da vergüenza de verdad). Y además no tengo pantalones de deporte. Y además no sé si me emociona la idea de abrir mis pulmones por ahí para que toda la alergia entre en ellos. Porque esa es otra, ahora también tengo visión laser y veo todo lleno de ácaros, miro mi colchón y ahí están todos dando vueltecitas por aquí y por allá. Con mi nueva visión laser veo ácaros por todas partes. Bueno, que me desvío del tema, que alergia y deporte al aire libre no son compatibles.
Así que a partir de ahora creo que haré sentadillas por mi casa. Pero que sepas, culo, que es lo único que voy a hacer por ti. Y olvídate de entrometerte en mis hábitos alimenticios cargados de pizzas, chocolate y cosas ricas.



El caso es que todo esto, me ha hecho recordar cuando iba a clase con A, y le ofrecía los kitkats que siempre suelo comer escondiéndolos debajo de la mesa, y me decía que no porque se ponía gordo, y yo me reía, y le decía que una barrita de kitkat no le iba a sacar otro michelín dándosela a oler, y me decía "Algún día te cambiará el metabolismo, CABRONA"
Y ahora tengo miedo.